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Jubilados españoles piden trato más humano ante brecha digital

Carlos San Juan, un jubilado de 78 años, presentó este martes ante las sedes del Ministerio de Economía y el Banco de España las más de 618.000 firmas que consiguió en apoyo a su campaña «soy mayor, no idiota», en reclamo de un trato más humano en las sucursales bancarias, donde la digitalización se tornó un elemento de exclusión para las personas mayores.

«Tengo casi 80 años y me entristece mucho ver que los bancos se han olvidado de las personas mayores como yo. Ahora casi todo es por Internet… y no todos nos entendemos con las máquinas. No nos merecemos esta exclusión», reza el manifiesto de la campaña, impulsada en la plataforma Change.org.

Entre otras cosas, este médico jubilado denuncia que «no paran de cerrar oficinas», que los cajeros automáticos son «complicados de usar» y que algunas gestiones «solo se pueden hacer online».

«En los pocos sitios donde queda atención presencial, los horarios son muy limitados, hay que pedir cita previa por teléfono pero llamas y nadie lo coge… Y te acaban redirigiendo a una aplicación que, de nuevo, no sabemos manejar», añade.

San Juan usaba ordenadores en su trabajo, por lo que tiene una base de conocimiento tecnológico para no verse completamente desbordado. Pese a ello, admite que ha llegado a sentirse «humillado» al pedir ayuda en un banco y que le respondieran «como si fuera idiota» por no saber completar una operación.

Además, recuerda que «muchas personas mayores están solas y no tienen a nadie que les ayude», por lo que su campaña busca provocar una reacción en la banca que les permita mantener su independencia.

EL GOBIERNO PROMETE ACTUAR

Con esa premisa, se presentó este martes en el Ministerio de Economía, donde fue recibido por altos funcionarios para conocer sus reclamaciones, que tienen como propuesta central un aumento de la atención presencial en horario de oficina. «Tiene que desaparecer esa fatídica frase de ‘vuelva usted mañana’ y que te digan que si llegas a las 11:01 ya no te atienden», señaló en declaraciones a los medios.

La nota curiosa es que, una vez terminada la reunión, mientras atendía a la prensa a las puertas del edificio, San Juan se encontró –cosas del mundo presencial– con la propia ministra de Economía, Nadia Calviño, que se comprometió ante él a impulsar un paquete de medidas atendiendo a sus demandas.

«Es una prioridad para nosotros acompañar a las personas mayores. Hay que garantizar un trato personalizado y que ustedes se sientan respetados. Que sepan que la sensibilidad es total, y confío en que los bancos sean conscientes y nos traigan unas buenas propuestas y no maquillaje para poder anunciar de aquí a final de mes un conjunto de medidas», dijo Calviño en su breve conversación con San Juan.

Tras su paso por el Ministerio de Economía, San Juan se reunirá esta tarde con respresentantes de la patronal bancaria, que ya anunciaron su disposición a estudiar medidas como la habilitación de asesores personalizados para gente mayor, la simplificación de sus procesos tecnológicos o una ampliación de la red de puntos donde se puede sacar dinero en efectivo.

MÁS ALLÁ DE LOS BANCOS

La campaña impulsada por San Juan pone el foco en los problemas de las personas mayores a la hora de lidiar con imposiciones tecnológicas, pero también es un recordatorio de que el imparable proceso de digitalización que afronta España puede dejar a mucha otra gente rezagada.

En estos momentos el Gobierno se encuentra desarrollando su proyecto España Digital 2025, que utilizará los fondos Netx Generation EU para invertir más de 20.000 millones de euros, entre otras cosas, en mejorar la conectividad a internet en áreas rurales, digitalizar la administración pública y expandir el 5G.

El proyecto del Gobierno se marca como objetivo que «en 2025 el 80 por ciento de las personas tengan competencias digitales básicas», aunque al mismo tiempo señala que para llegar a ello antes hay que «cerrar las diferentes brechas digitales que se han ensanchado en los últimos años, ya sea por motivos socioeconómicos, de género, generacionales, territoriales, o medioambientales».

Según el último informe anual de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN, por su siglas en inglés), hasta el 6,5 por ciento de los españoles –3,1 millones de personas, de las que 700.000 son menores– no pueden permitirse tener un ordenador personal.

Asimismo, Cáritas –la principal ONG de la Iglesia Católica– denunció recientemente que más del 60 por ciento de los hogares de quienes acuden a la organización en busca de ayuda se encuentran en una situación de apagón tecnológico, algo que tradicionalmente era consecuencia de una situación de pobreza, pero que cada vez es más una causa de exclusión en sí misma, ya que ese apagón conlleva la pérdida de oportunidades formativas y laborales.

Ante este escenario, campañas como la impulsada por Carlos San Juan sirven para recordar que, por muy necesario que sea digitalizar la economía en pos de una mayor eficiencia, el proceso de transformación no puede hacerse de espaldas a aquellos que no tienen herramientas para seguir el ritmo.

Con información de Agencia Sputnik

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Last modified: enero 29, 2023

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